No había comenzado la campaña electoral y los escándalos y malas prácticas políticas en los diferentes partidos ya eran los protagonistas, no los candidatos o las propuestas, sino el desprecio total por la palabra, por la lealtad. Y aunque esto se repite cada cuatro años, porque nuestros políticos actúan así por naturaleza, eso no significa que debamos acostumbrarnos a ello y hacer de cuenta que nada pasa.
Quiero llamar la atención sobre tres casos que reflejan el proceder de los partidos y que realmente no tienen explicación válida, por muchos argumentos que esgriman sus líderes. Eso sí, cada cual en su análisis político (si lo hace) tendrá en cuenta esto y tomará una decisión en consecuencia.
Liliana Rendón renunció al Senado de la República...