Uno no debería hablar de esto, debería dejarlo pasar de largo para que la vergüenza ajena no sea tanta, pero nada que hacer, las situaciones penosas de algunos colombianos en el exterior se repiten una tras otra. Seguramente estos temas darán para mucho, aparecerán chistes, memes, despidos, oleadas de indignación.
Al día siguiente, el colombiano que hizo que una pobre japonesa repitiera una serie de insultos, después del partido que Colombia perdió contra Japón, ya estaba arrepentido y lo único que pedía era perdón por su comportamiento, según él, había empezado a beber desde muy temprano con sus amigos colombianos en Rusia y ya estaba borracho cuando hizo la bobada que hizo. Claro, como ahora nada permanece en silencio, este hecho bochornoso...