La persecución política existe. Sería una pendejada negarla. Se ha utilizado aquí y allá. Ejemplos abundan en la historia y en todas partes del mundo. Cárcel y muerte han sido parte de sus efectos en casos extremos. Muerte política y agobio al adversario en otros.
En Colombia está presente, por supuesto. Es parte del ejercicio político nacional. Chuzadas van y vienen, acusaciones de todo tipo se imponen, chismes se inventan, investigaciones se tramitan. Hacen parte de la estrategia utilizada por gran parte de nuestros políticos. Es una forma de acabar con el adversario o de defenderme de alguna acusación. Le invento algo para sacarlo del juego o se la devuelvo (tu me acusas, yo te acuso).
Los políticos conocen bien sus efectos. El objetivo es...