Por Daniel Muñoz GonzálezUniversidad de MedellínFacultad de Derecho, 10° semestred_1112@hotmail.com
La política ya cambió, no es la misma del siglo pasado, pues la imagen del político tradicional se ha desvanecido; esta mostraba a un hombre bastante mayor, vestido meticulosamente y sobre todo muy rígido en su forma de ser y pensar. En contraposición, ha venido cobrando más fuerza la figura del político joven, hombre o mujer, tal vez inexperto, pero más cándido, que se presenta como un ciudadano cualquiera, descomplicado en su forma de ser y actuar ¿A qué se debe este viraje? ¿Es vislumbrable una nueva generación política compuesta por juventudes frescas? ¿Es acaso positivo este suceso?
En nuestra sociedad es común la incredulidad hacia el Estado...