Un hombrecito se confiesa de sus pecados y al terminar el cura le dice:
--Hijo, vete en paz, tus pecados han sido perdonados.
--Padre, ¿no me va a poner una penitencia?
--¿No me dijiste que te casas mañana? Y así querés más penitencia?
A los pobres jubilados en este país les caen todas las malas. Fuera de que tienen que esperar tantos años de aportes, de esperar la edad, de recopilar documentos y hacer filas en diferentes oficinas, les llega la anhelada pensión de un 75 por ciento de su salario, al mismo tiempo que las enfermedades y los achaques de la vejez.
A la pensión les recargan el 12 por ciento para la salud, cuando a los que todavía devengan su salario completo solo les retienen el 4 %. Tanto el presidente Santos, como el vice, Vargas Lleras...