Las denuncias sobre corrupción siempre han sido un tema protagónico en mis columnas. Hace 28 años, en febrero de 1989, escribí como columnista habitual del diario de La Patria un texto que titulé “Mientras tanto la corrupción sigue en la sombra”. Hace ocho años escribo también para este diario. He denunciado casos de corrupción en decenas de columnas, una de tantas fue “Crimen imposible de callar”, sobre la corrupción en la Policía; otra, “El buen salvaje”, sobre un pederasta de Chigorodó que pese a las denuncias de un valeroso periodista todavía continúa el abuso contra una menor.
En momentos como los que vive el país —y mi familia en particular—, recuerdo las enseñanzas de quien fue mi gran amigo, Orlando Sierra, periodista asesinado por denunciar...