Síguenos en:
Juan Gómez Martínez
Columnista

Juan Gómez Martínez

Publicado

Posesión contra todo

Por juan gómez martínez

redaccion@elcolombiano.com.co

Presencié, con mucha pereza, casi todo el espectáculo de la posesión inconstitucional de Maduro. Como siempre, discurso largo, incoherente, tedioso, ofensivo, retador y sin fondo. Pero me lo aguanté casi hasta el final.

Con la presencia de tres mandatarios muestra la tendencia e intenciones del antiguo nuevo mejor amigo de Juanpa -como le gusta que le digamos-. Asistieron los de Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros representantes de países de extrema izquierda que también han arruinado a sus naciones. Funcionarios de los países más remotos y alejados económicamente de Venezuela, pero tenían que apoyar al incapaz mandatario de extrema izquierda. Representantes de otros Estados y ausencia notoria de países del continente que bien conocen a Maduro y sus políticas antidemocráticas y arruinadoras.

Por Colombia, por ejemplo, solo asistió Piedad Córdoba, no como representante de su gobierno sino del mismo Maduro a quien tanto quiere y tanto se entienden. No asistió Petro, tal vez por el enredo de lo que les pidió en dinero para la campaña, que le dieron o no le dieron pero que los alejó en cuanto a la amistad.

Grosero hasta el punto de llamar “cartel de Lima” a los mandatarios que se plantaron contra la reelección antidemocrática de Maduro. Grosero y retador contra nuestro presidente que no se ha amedrentado por sus amenazas y que ha sabido responder al tirano. Amenazante contra estos países que no han apoyado sus retos y payasadas y, sobre todo, contra los Estados Unidos por defender la democracia para el continente.

Vi cómo se levantaban sus arrodillados amigos para aplaudir tantas sandeces. Me queda la preocupación de algo que fue notorio como la falta de aplausos de algunos altos jefes militares. ¿Qué les pasará?

Me preguntaba, mientras escuchaba tantas mentiras sobre el desarrollo y progreso de ese atormentado país, mientras amenazaba a las naciones más poderosas, mientras hablaba de la democracia que decía defender y practicar, si alguno de esos que aplaudían podía creerle algo, si le han creído para apoyarlo o si es que la mermelada repartida ha llegado tanta y a tan pocos que alcanzaron a entrar al salón de la infamia que se estaba cometiendo contra un pueblo tan grande, tan importante y tan heroico que ayudó para darnos la libertad a tantos países de América.

Pensaba en aquellos momentos de demagogia, de mentiras, de desfachatez, si habría alguien entre los oyentes que se emocionara con sentimientos de patria hasta llegar a levantarse para aplaudir, o era el miedo al futuro que los movía de sus asientos para levantarse y aplaudir para no caer en desgracia.

Al momento del juramento siempre se pide a quien jura que levante la mano derecha para hacerlo. Este dictador de extrema izquierda levantó y dejó levantada durante el rato que improvisó largo discurso para decir “si Juro,” la mano izquierda como para recordarnos que así seguirá, gobernando con la izquierda que ha llevado al fracaso a tantos países antes desarrollados.

¡Pobres hermanos venezolanos! Que Dios los ampare y los ilumine para encontrar soluciones.

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas