Al padre Hernando Uribe Carvajal, salud. Reciente columna suya en El Colombiano me suscitó esta pregunta: ¿Y si hubiera sido cura? Recordé que estudié para papa con los agustinos. ¿Y si hubiera sido papa?
¿Sería el bacalao de la castidad lo que me sacó del seminario? Con la obediencia me llevo bien. En casa se hace lo que yo obedezco. En cuanto a la pobreza soy un rico sin plata.
No tengo claro si mi madre quería un cura o desembarazarse del sujeto que pensaba más en goles que en áridas teologías.
En el seminario empezábamos a traducir a Cicerón: “Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?”, que traduzco en versión libérrima: Catilina, acabaste con mi paciencia, si te encuentro en la calle...
Seguiré leyéndolo, padre Hernando, para...