Conozco a un par de muchachos que después de pagar condenas largas en Bellavista, por estar inmersos en bandas delincuenciales, lograron cambiar sus historias de vida. Pero veo en ellos más un descubrimiento espiritual de sí mismos, para alentar su transformación, que una redención propiciada por un sistema carcelario como el de Colombia que aporta muy poco a la resocialización de los presos.
El jueves, este diario volvió al título eterno que retrata la situación de las penitenciarías del país: “Hacinados al 200%”. Según el informe, la aglomeración de reclusos en Antioquia “ha desbordado todos los cálculos”. ¿Se les hace conocido?
Para volver sobre Bellavista: su capacidad es de 2.224 personas, pero al terminar 2016 encerraba a 5.872 internos....