El Gobierno colombiano, alcabalero, aprovecha la coyuntura sobre la obesidad como problema de salud pública para combatirlo con impuestos, como ya hicieron México, Hungría y California, y harán Ecuador y Reino Unido. Los tenderos aseguran que el impuesto sobre las bebidas azucaradas tendrá un impacto negativo para su economía y solicitan al Gobierno reconsiderar esta medida. El Gobierno dice que lo hace en defensa de la salud pública.
Lo cierto es que los datos contundentes publicados en El Espectador por Martha Yaneth Sandoval, economista de la Universidad Nacional, experta en políticas públicas e investigadora de impuestos saludables para Educar Consumidores, desbarata los argumentos de los tenderos, que falta ver hasta dónde están inducidos...