Como soldado y como colombiano comprometido con el país mi más caro deseo es que la histórica oportunidad de una Colombia en paz no naufrague. Que lo expresado en los mensajes de nuestro presidente electo en su periplo por diferentes países, y por el canciller designado, se haga realidad, dentro de la lógica de todo acuerdo y las buenas prácticas en la comunidad internacional.
Este deseo tiene pronóstico reservado, por varias razones. La principal, que la práctica hace al maestro y llevamos décadas de violencia cotidiana en medio de la iniquidad, lo cual nos ha hecho inmunes ante el dolor ajeno, insensibles, indiferentes y con gran capacidad de manipular la verdad. Lo segundo, durante décadas de violencia los intereses egoístas de muchos han...