El problema de la justicia no puede mirarse simplemente como un hecho grave que hace parte de las dificultades propias al desarrollo de la sociedad, de manera que fuera de las reacciones inmediatas y pasionales, no amerite ningún trabajo especial para lograr la recuperación plena del concepto. Por el contrario, la justicia debe asumirse como un tema de gran importancia que debe ser abordado y estudiado con seriedad y profundidad, con el objeto de presentar propuestas audaces de proyección social, que permitan una especie de reinvención del esquema judicial, tanto desde el punto de vista material, como orgánico y formal.
El tratamiento integral del problema debe iniciar desde su base, es decir, desde la formación, primero del ciudadano, después...