Hay lugares donde la policía está tan corrompida que los niños eligen ser hampones cuando juegan a “polis y cacos”. Al fin, vale más representar la épica de Robin Hood en un mundo donde hasta los supuestos “buenos” están solo al servicio del sheriff de Nottingham. Cuando eso ocurre, y sucede en lugares de todo el mundo, es que hemos fracasado como sociedades. Por eso, conviene observar a qué y cómo juegan los niños. Hoy en Venezuela ningún crío quiere ser policía, que tiene más honra atracar bancos, aunque no quede ya ni un mísero “bolo” en ellos. Y es que las fuerzas del orden están solo al servicio de una parte cada vez más chica del país, la de los “boliburgueses”, que han convertido todo el aparato del Estado en una inmensa Mara para el...