Veo en la pantalla de televisión a la hija de la activista hondureña Berta Cáceres y no lo puedo creer: hace apenas unas semanas que mataron a su madre y Berta Isabel Zúñiga está ahí, firme, dando una entrevista vía satélite desde Washington, sin soltar una sola lágrima, exigiendo justicia. Berta Isabel tiene apenas 25 años de edad pero, sin duda, le enseñaron a luchar desde pequeña.
¿Quién mató a tu mamá? le pregunto. “Ella fue asesinada en su casa”, me cuenta. Berta Cáceres, la ambientalista de 45 años de edad y líder de la comunidad indígena lenca, vivía en La Esperanza, al oeste de Honduras. “Sabemos que mínimamente entraron dos sicarios a asesinarla”.
Algunos periodistas jugaron irresponsablemente con las especulaciones de que fue un intento...