El 06 de noviembre de 1985, día en que la Sala Constitucional de la Corte Suprema decidía la constitucionalidad del tratado de extradición con Estados Unidos, el M-19, financiado por Pablo Escobar, asaltó a sangre y fuego el Palacio de Justicia, con un doble propósito: tomarse el poder a través de un alzamiento que comenzaría con el juzgamiento del presidente Betancur y la destrucción de los expedientes de extradición que estudiaba la sala penal de la Corte. Eso explica por qué los magistrados asesinados fueron los integrantes de esas dos salas.
Con ocasión de la conmemoración, se han emitido opiniones irresponsables sobre los hechos sucedidos. Voy a intentar aclarar al menos una.
Se ha dicho que la fuerza pública facilitó el asalto retirando...