Reinar es ejercer dominio o predominio sobre alguien o algo, el arte por excelencia. Existen reyes, reinos y reinados sin fin. Rey de reyes, el que ejerce señorío de amor sobre sus sentimientos, pensamientos, palabras y obras.
Jesús cuenta parábolas. El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza, a un tesoro escondido en el campo, a una perla de gran valor (Mateo 13). Cada parábola es una selfie, una autofoto verbal. Jesús es rey, reino y reinado a la vez. En él se cumple la petición del Padrenuestro: “Venga tu reino”.
Jesús es rey de formas tan asombrosas como transformantes. Un leproso se postra a sus pies y queda limpio, un paralítico es traído a su presencia y comienza a caminar, una mujer toca la orla de su manto y su hemorragia...