Hace 25 años cayó muerto Pablo Escobar. Desde ese instante, su figura se convirtió en un mito alimentado por la televisión, películas y libros que lo proyectan como el referente de Medellín, la ciudad donde se hacía lo que a él le viniera en gana.
El edificio Mónaco, en el que habitó su familia, y que en 1988 quedó semidestruido cuando el cartel de Cali lo dinamitó, dando inicio a una guerra que dejó más de 50.000 personas muertas en menos de una década, hace parte de la columna vertebral que sostiene al mito Escobar.
La semana pasada, el vetusto edificio amaneció cubierto con avisos gigantes con mensajes asociados a personas que perdieron su vida luchando contra la fuerza negra sembrada por el narcotráfico. Esta acción hace parte del propósito...