En 1940 se declara el fin de la Guerra de Invierno. Un cuerpo de voluntarios noruegos regresa para encontrarse con la noticia de que los alemanes han invadido su país, tomado el gobierno, el rey ha pasado a la clandestinidad y en el poder se ha instalado un gobierno colaboracionista. Incrédulos, los noruegos regresan convencidos por las autoridades de que lo que más les conviene es la pasividad y el silencio. Uno de esos voluntarios era Max Manus.
Al llegar a Oslo, Manus se enteró de que uno de sus amigos estaba preso y había sido condenado a muerte. A partir de entonces, Manus decidió unirse al movimiento de resistencia noruega y fue objeto de numerosas persecuciones. La vida de Manus se redujo a vivir luchando y huyendo. No sólo saltó de una...