Pensaba escribir que el mundo no es ni para los flojos ni para los tibios. Y menos, para quienes no sienten dolor auténtico y solidario por la situación de sus compatriotas sacados de Venezuela a las patadas. ¿Qué más se puede esperar de Maduro, de su amiga, nuestra Canciller, de su amigo JM Santos y su cuasi empleado Ernesto Samper?
Pero un informe del jueves en la página 12 de este diario sobre la reconstrucción de Salgar me obliga a precisar y concretar para que la gente no crea que todo está solucionado y que los salgareños viven felices y duermen en paz porque ya tienen un techo digno y el apoyo que merecen.
No es verdad que la atención humanitaria se cumple en un 100%, como afirma el Gobierno Nacional. En la misma página, Marta Mejía, habitante...