La decisión de salir a trabajar fuera de la casa es, sin lugar a dudas, una de las más difíciles que debemos enfrentar hoy las madres. Si bien el desarrollo profesional nos trae grandes satisfacciones personales, también nos provoca inmensas angustias y sentimientos de culpa porque no siempre nos permite atender a los hijos como es debido.
Las mujeres debemos tener presente que el trabajo y el desempeño profesional son muy importantes, pero el bienestar emocional de nuestros hijos lo es aún más porque satisfacer sus necesidades afectivas exige una inmensa dosis de nuestra presencia amorosa como mamás. Por eso, el único peligro que no podemos desconocer y mucho menos correr, es no disponer de suficiente tiempo de calidad con los niños, es decir,...