Estación Buena Sombra, habitada por el color y la floración, la frescura que propicia el microclima, la biodiversidad que habla de la vida, el agua que buscan las raíces, el aire en buen estado, el suelo que se nutre de hojas y así fecunda en otras vidas, las cortezas y las resinas de los troncos (que son tiempo y producción), los nidos de los pájaros, los frutos que comen los murciélagos y los gusanos necesarios, las hojas con sus nervaduras, ápice, peciolo y limbo; las ramas que no se entrometen con otras sino que se ayudan entre sí, respetando la espacialidad y a la par, en esos espacios debidos, crecen sin importunarse pero alimentándose de lo que les es común, en fin, que donde hay árboles hay vida y de esa vida, que se da en un mismo lugar...