Estación Desconfianza, donde se confunden la realidad con los deseos, la inteligencia con los instintos bajos, la seguridad con la inseguridad, la tranquilidad con el miedo, la necesidad del otro (la confrontación necesaria) con el señalamiento, la educación con la no validez de lo aprendido, la confianza con la traición (para Borges el mayor de los pecados), la política con el interés propio, etc. Y en este etcétera que además de lo anterior contiene un muestrario de lo que nos hace peligrosos e insuficientes, el ambiente se enrarece, dejamos de ser útiles, nos engañamos en lo que hacemos y perdemos continuamente humanidad, lo que ya es un susto del que no salimos. Y asustados, poniendo por encima la emoción a la razón, todo es estrecho y no...