Para el buen lector que piense salir pronto a vacaciones, hay tres obras que no debe perderse en la temporada. Primero, debo aclarar que pese a ciertas reservas ante el vocablo imperdible, porque ha sido gastado en la jerigonza del periodismo de espectáculo, sí está amparado con toda la legitimidad necesaria en el Diccionario. Imperdible no es sólo el alfiler que usaban los papás y los maestros con la corbata o el aditamento que agarra el bolígrafo al bolsillo. Por más que moleste oírselo a las colegas del entretenimiento, un buen libro como una película recomendable merecen la calificación de imperdibles.
Por fin llegó a las librerías locales la novela Eva, de Arturo Pérez Reverte. Es la continuación muy intrigante, esta vez con el escenario...