Es posible que una de las consecuencias de la jornada electoral de ayer sea la desaparición del bipartidismo tradicional. Si se cumplen los pronósticos y las previsiones marcadas por las encuestas, los dos partidos que mandaron la parada desde mediados del Siglo Diecinueve han pasado a ser agrupaciones que seguirán dejando una constancia histórica de lo que fue y no puede seguir siendo en el discurrir político de este país.
Perdurarán costumbres y estados de ánimo liberales y conservadores, pero seguirá habiendo, como decía Gómez Hurtado, más conservatismo que conservadores y más liberales que liberalismo. Ambos modos de sentir, pensar y obrar pueden fusionarse. Así lo entendemos los que alcanzamos el uso de razón político en la época frentenacionalista,...