Quienes tenemos la suerte de vivir en circunstancias favorables, no sólo gozamos de más privilegios sino que también tenemos mayores deberes. Esto significa que, cuando contamos con bastante más de lo necesario para vivir, tenemos también el sagrado deber de contribuir a que los más desfavorecidos tengan por lo menos lo que precisan para sobrevivir.
Ser generosos y contribuir al bienestar de nuestros semejantes tiene grandes ventajas. En efecto, un grupo de científicos de la conducta dedicados a estudiar cómo fortalecer la confianza y seguridad en niños con limitaciones concluyó que “hacer una diferencia positiva en la vida de los demás enriquece el autorrespeto y el deseo de vivir de una persona”. Está comprobado que cuando los niños ayudan...