Hay notas que parecen insignificantes en los medios. Tan breves que los lectores de los grandes titulares pueden obviar sin problema, regar las migajas de pan sobre ellas, desaparecer si una gota de café las chisguetea. Colombia es un país de pequeños titulares que deberían ser los grandes titulares, las grandes problemáticas que tendrían que aturdirnos a todos, así no nos afecten directamente. Colombia es un país desintegrado, egoísta, muy centralista. Colombia, en realidad, es un país miserable no solo porque la corrupción nos tenga jodidos en las altas y en las bajas cortes sino porque es indiferente. Y yo hago parte de ese egoísmo, de esa clase de personas que a veces le da la espalda a las noticias que no son noticia y a las noticias que...