En Colombia, la libertad de prensa está amenazada y el ejercicio del periodismo se ha convertido en un oficio lleno de riesgos. Esta vez, los responsables ya no son los grupos al margen de la ley sino los funcionarios del Estado y la Fuerza Pública. Las tres ramas del poder parecen haberse confabulado para coartar la libre expresión.
Estas son las principales conclusiones de un informe de la Fundación para la Libertad de Prensa publicado esta semana con motivo de la celebración del Día del Periodista.
Según el documento, en 2017 hubo 310 ataques documentados contra la prensa que afectaron a 368 periodistas. Las amenazas también aumentaron al pasar de 90 en 2016 a 129 el año pasado. El clima de intimidación dejó de ser exclusivo de las regiones...