viernes
7 y 9
7 y 9
Cuatro años después de su muerte, Osama Bin Laden vuelve a ser noticia. Y lo es por partida doble: hace apenas unos días el periodista norteamericano Seymour Hersh, publicaba un informe sobre la eliminación física del líder de Al Qaeda, en el que denunciaba las falsedades de la versión oficial sobre la muerte del multimillonario saudí.
Según Hersh, la Administración Obama ocultó deliberadamente datos que podrían comprometer las relaciones de Washington con Paquistán y Arabia Saudí. Pero procedamos por partes. La investigación llevada a cabo por Hersh detecta una serie de incoherencias. Es falso, señala el periodista, “que los generales Ashfak Parvez Kayani, jefe del Estado Mayor del ejército paquistaní, y Ahmed Shuja Pasha, director de los servicios de inteligencia, no hayan sido informados sobre la misión de la unidad de élite de la Marina encargada de eliminar a Bin Laden”. Ambos estaban al tanto de la presencia del líder de Al Qaeda en el país; ambos sabían dónde estaba recluido el rehén Bin Laden. De hecho, Osama contaba con la complicidad y la protección del estamento castrense paquistaní. El jefe de Al Qaeda fue detenido a comienzos de 2006 por los agentes del Servicio de Inteligencia de Islamabad (ISI), quienes lo trasladaron a Abbottabad.
A mediados de 2010, un alto cargo del ejército de Paquistán facilitó a la CIA detalles acerca del escondite del saudí. A cambio, eso sí, de la recompensa de 25 millones de dólares ofrecida por Washington a los informadores.
Según Hersh, tanto el Estado Mayor como el servicio de espionaje militar paquistaníes participaron –directa o indirectamente– en la operación aérea. Detalle interesante: los militares que custodiaban la residencia del saudí fueron retirados un par de horas antes del inicio del operativo.
También asegura el periodista norteamericano que el funeral islámico celebrado a bordo del buque de guerra Carl Vinson jamás tuvo lugar. ¿Y el entierro en alta mar? El autor de esas líneas dudó de la veracidad de la versión oficial.
La Oficina de Inteligencia Nacional nos ofreció, por su parte, un breve esbozo de lo que parece haber sido la biblioteca de Osama Bin Laden. Los títulos desclasificados reflejan el interés del líder de Al Qaeda por la geopolítica. Extraño, ¿verdad? Hasta los terroristas leen. Y, al parecer, leen mucho..
*Centro de Colaboraciones Solidarias
