Por JAVIER SAMPEDROredaccion@elcolombiano.com.co
Algo está cambiando en la comunicación corporativa, y casi nadie se ha dado cuenta, por desgracia. Cuando una empresa habla de sí misma, lo habitual, por no decir universal, es que resalte lo listos que son, lo bien que han medrado pese a la recesión y el mucho valor añadido que han incorporado a sus productos. Este encefalograma plano de la comunicación, este grado cero de la mercadotecnia, esta estridencia en el límite de lo soportable explica con holgura que la gente no hagamos el menor caso de sus mensajes. Es lógico que las mayores empresas del mundo se estén replanteando esa estrategia, o falta de ella, y ya empezamos a ver las primeras consecuencias.
“Tal vez conozcas lo que la gente de última...