Por LONNIE G. BUNCH IIIredaccion@elcolombiano.com.co
Es claro que la persona que recientemente dejó una soga en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana quería intimidar, desplegando uno de los símbolos más temidos en la historia racial americana. En cambio el vándalo, sin querer, ofreció un recordatorio contemporáneo de un tema de la experiencia negra en Estados Unidos: seguimos creyendo en el potencial de un país que no siempre ha creído en nosotros, y lo hacemos contra increíbles probabilidades.
La soga -la segunda de tres dejadas en la Explanada Nacional en semanas recientes- fue hallada a finales de mayo en una exhibición que registra la evolución americana desde la era de Jim Crow hasta el movimiento de los derechos civiles....