Nadie, ni el gobierno, los partidos, los congresistas, los magistrados de las cortes, los jueces ni siquiera la iglesia, nadie, o muy, pero muy pocos estamentos de la sociedad, escapan a la vergonzosa corrupción que parece haberse enraizado en Colombia.
Todo, hasta lo más sagrado, parece haberse corrompido. Hoy, en nuestro hermoso país todo se compra, o se vende. El honor ha desaparecido, es algo del pasado, de ese pasado cuando la palabra de una persona era sagrada y un apretón de mano bastaba para garantizarla.
La moral es una palabra que de acuerdo a muchos, tiene demasiada connotación religiosa y sistemáticamente ha sido eliminada del idioma diario. Se habla mucho de la ética, palabra considerada más seglar, que está de moda en los foros universitarios,...