PorMira Sethiy Shehrbano Taseerredaccion@elcolombiano.com.co
A las 3:00 p. m. del miércoles, polvo y luces teñían la ciudad. Afuera del Hospital Lady Reading, donde cinco muchachos musulmanes estaban luchando por sus vidas, un cristiano había llegado con flores.
“No puede entrar”, le dijo un oficial vestido de civil. “Pero estas rosas”, suplicó el cristiano. “Puede entregarme las flores a mí”, dijo el oficial. “Gracias”.
El oficial se dirigió a nosotros. “Los cristianos han cancelado la Navidad, ya ven”, explicó, en honor a los niños asesinados aquí esta semana.
Dentro de la unidad de cuidados intensivos, un muchacho de 17 años llamado Zunain estaba tendido en una de las camas. Recibió seis disparos. Sus ojos verdes, la única parte del cuerpo...