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Conversando un día con el exgobernador de Antioquia y cofundador de la Universidad Autónoma de Medellín, doctor Jaime Sierra García, quien me honró con su amistad, a pesar de haber sido criticado por esta columna muchas veces, me contaba:
--Vea Raúl, yo admiraba mucho al doctor Diego Calle Restrepo y muchas veces conversábamos en el despacho de la gobernación y mientras yo tomaba tinto, a él le traían jugo de naranja. Ese hombre despachaba y firmaba papeles y siempre se tomaba los sorbos de su jugo. Cuando yo llegué a la gobernación, todavía estaba Rosita atendiendo en el despacho y le dije:
--Tráigame Rosita, de ese jugo de naranja que usted le daba al doctor Diego Calle.
Ella voltió y al ratico me trajo un vaso de aguardiente, pintadito de jugo de naranja.
Lo cierto es que al doctor Calle no se le notaba el trago, ni en la gobernación, ni en la gerencia de EPM, ni en el Ministerio de Hacienda.
En el mes de julio de este año, comenté en esta columna que la secretaria de Educación de Antioquia había rebajado el presupuesto de las universidades departamentales en un treinta por ciento, lo que me parecía un desacierto, ya que tanto el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, como el Tecnológico de Antioquia y el Colegio Mayor y la Universidad Digital, cumplían una excelente labor y además era presupuesto de funcionamiento, otorgado por ordenanza departamental.
Hace poco, en el querido municipio de El Santuario, al celebrarse el aniversario de la Batalla de El Santuario en la que el general José María Córdova se consagró como mártir de la Democracia hace 191 años, se me presentó la doctora Alexandra Peláez Botero, secretaria de Educación, muy simpática y expresiva:
--Vengo a darle las gracias, señor Tamayo, porque gracias a usted me ofrecieron una columna en EL COLOMBIANO, pero me di el lujo de rechazarla.
--¡Entonces estamos muy mal Alexandra; primero, el 30 % de rebaja y después rechaza el ofrecimiento de esa columna para su despacho!
Al día siguiente averigüé y confirmé con el doctor Libardo Álvarez, rector del Politécnico Jaime Isaza, que el presupuesto no se pudo rebajar, porque la Ordenanza está vigente y por lo tanto, el presupuesto intacto.
Y en la Dirección de EL COLOMBIANO me informaron que a la doctora le habían ofrecido publicarle, si deseaba, una carta con sus descargos, si los tenía, sobre lo dicho en mi Jus Gentium.
Es decir que algo va de Pedro a Juan. Es muy diferente un jugo de naranja a un vaso de licor con algo de naranja. Los funcionarios públicos deben hablar con la verdad y mostrar resultados. Eso esperamos los ciudadanos que cumplimos la ley y pagamos impuestos.
Ñapa: Me parece muy peligroso que la Fábrica de Licores quede bajo el dominio de una junta directiva autónoma y nombrada en su totalidad por el gobernador de Antioquia, sin el control de la Asamblea Departamental y la Contraloría de Antioquia. ¿Cuál es el afán de privatizar?.
