Casi todos vivimos en la jungla. Entre atrapados y encarcelados a voluntad; algo así como un pájaro en una jaula abierta pero que no se atreve a escapar. La jungla es Twitter, Facebook y ese conglomerado de cables e ideas que llamamos internet.
Primero una confesión: yo estoy metido en la jungla desde enero del 2010 cuando lancé mi primer tuit. Desde entonces, he enviado más de 18 mil. Me da un poco de pena hacer las cuentas porque las restas son muy dolorosas. He perdido meses de mi vida leyendo cosas que no valen la pena, y me he desvelado mil veces con un aburrido dedo bailarín sobre la pantalla de mi celular. Además, claro, de escribir un par de burradas.
Todo, solo. Las redes sociales son la mejor manera de acercarse a los que están lejos...