Samuel, un joven amigo de Medellín, me contactó por Facebook en estos días preguntándome a quemarropa: “Una pequeña consulta: ¿Petro o Fajardo? Gracias”. Me quedé sorprendido, no tanto porque él pensara en votar por Fajardo, sino porque tuviera en consideración a Petro.
De hecho, no etiquetaría a mi amigo Samuel como a alguien que tiene simpatías de izquierda o particularmente progresistas. Creció en El Poblado, en una familia de clase media, con papas profesionales, educándose en una escuela privada, formándose religiosamente en un movimiento católico, estudiando en la universidad Eafit, y hace unos meses se casó. Eso si, desde pequeño, lo recuerdo como alguien curioso, inteligente, inquieto. Pero su identikit social no me daba razones para...