No tenemos fecha, pero Colombia bulle ya políticamente por el plebiscito para refrendar o envíar a la basura los acuerdos de La Habana entre el Gobierno de Santos y la narcoguerrilla. Hay que reconocerle al presidente que, al menos, ha tenido la gentileza de consultar al pueblo sobre una cuestión tan peliaguda. A tenor de los primeros sondeos, quizá se esté arrepintiendo ya.
En cualquier caso, y después de haberme leído ya calificar a las Farc como «narcoguerrilla», no quisiera que nadie piense que tengo claro si votaría «sí» o «no» al mal llamado acuerdo de paz en el hipotético caso de que pudiera hacerlo. Para empezar, calificar de esa manera a lo que debería ser la capitulación de los insurgentes contribuye a confundir al personal, pues genera...