Amable lector. En el año 1812 Napoleón Bonaparte era el amo de Europa. Su ambición lo llevó a invadir a Rusia con un ejército de 600.000 hombres, curtidos en muchas batallas. Después de sufrir el rigor de la nieve y las balas llegó a Moscú, la ciudad estaba sola. La mayor parte de su ejército no regresó a Francia.
A partir de 1860 los pueblos del Sur y Centro de los Estados Unidos, convencidos de la bondad de mantener la esclavitud, desafiaron al gobierno representado por Abraham Lincoln, un hombre de paz, pero de carácter. Los ejércitos sureños, por poco, entran a la Casa Blanca. Al final de cuatro años de lucha, el Sur se rindió, sin poner ninguna condición. Los muertos, en esta contienda entre hermanos, fueron cerca de un millón.
Pocos meses...