viernes
7 y 9
7 y 9
Ya se registran, en 2019, seis ataques a oleoductos en Norte de Santander y Arauca. Se trata de un terrorismo destructor de la infraestructura petrolera que, por el derrame de crudo, causa graves daños al medio ambiente (agua, fauna y flora).
El domingo se reportó otro atentado contra el ducto Caño Limón Coveñas, en La Colorada, Arauquita, región de presencia marcada de frentes de la guerrilla del Eln, grupo ilegal al que las autoridades atribuyen la mayor parte de esos actos terroristas. Violencia impopular y vacía de sentido.