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Si algo es novedoso en las apuestas del proceso de paz de La Habana es la vinculación de militares, tanto activos como en retiro, entre los plenipotenciarios y en la subcomisión asesora del tercer punto, el de la terminación del conflicto armado. Espero que ese aspecto se mantenga.
Sin la participación y colaboración de quienes están hoy en el Ejército y la Policía será muy difícil llevar a cabo un proceso de paz exitoso. Y en este campo hay un aporte del general Mora que es necesario reconocer. Así que espero que ese papel se mantenga, tanto en La Habana como en el país en la explicación a las tropas y la oficialidad sobre los alcances del proceso de paz y lo benéfico que puede ser para la Fuerza Pública y la ciudadanía.
Ha habido algunos sectores reacios a los cambios y al proceso, porque pueden traer riesgos. Pero ello no significa que este cambio temporal del rol del general Mora implique la limitación o marginación de las Fuerzas Armadas del proceso de paz.
Observo que antes que suscitar desconfianza y temor, cada día hay mayor esperanza y respaldo de los miembros de las Fuerzas Militares y de Policía a la terminación del conflicto armado y la construcción de la paz. Es notorio en diferentes planos y declaraciones de la oficialidad.