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Verdaderamente, no corresponde que me explique, y por lo tanto no lo voy a hacer. Pero sí corresponde que profundice sobre lo que fui testigo en la zona de frontera Colombia-Venezuela. La existencia de una crisis humanitaria en Venezuela. La existencia de una crisis migratoria que ha permeado prácticamente todos los países de la región, y la causa fundamental de las dos crisis, que son la miseria y las acciones represivas inducidas por la dictadura venezolana.
Expresamos nuestro reconocimiento a las acciones de Colombia y a todos los países del continente que hacen esfuerzos para aliviar la vida de los venezolanos fuera de Venezuela. También saludamos el comunicado que publicaron 11 países (el pasado sábado) reconociendo una vez más lo oprobioso de la dictadura bolivariana. Ello implica muy claramente que debemos actuar. La omisión, el ocultamiento de la verdad, la negación, son actitudes criminales de la peor categoría moral y de la peor bajeza en términos políticos y sociales.
Dije muy claramente que siempre debemos agotar el camino de las acciones diplomáticas y que debemos dejar todas las opciones abiertas, que no debe descartarse ninguna opción.
No es cierto que haya defendido la agresión armada.
