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Una pena de 54 y 55 años de prisión deberán pagar un coronel y un teniente del Ejército, respectivamente, por el falso positivo de dos jóvenes a quienes se llevaron de Bogotá hasta Cimitarra, Santander, los asesinaron e hicieron pasar por integrantes de bandas criminales.
Los hechos sucedieron en marzo de 2008. La operación de las Fuerzas Militares se llamaba Marfil y reportaba la muerte en combate de dos N.N, señalados de pertenecer a bandas criminales que pretendían realizar un secuestro en la zona portando armas de corto alcance y una granada de mano.
Los N.N. eran Daniel Andrés Pesca Olaya y Eduardo Garzón Páez, dos bogotanos que un día antes de su muerte se habían dirigido a Cimitarra, sin que sus familiares hubieran vuelto a saber de su paradero hasta el 28 de agosto de 2008 cuando identificaron sus cadáveres.
Por estos hechos fueron procesados y condenados el coronel Wilson Javier Castro Pinto y el teniente Eduard Antonio Villani Realpe en primera instancia en 2011 y en segunda, por el Tribunal Superior de Bucaramanga en agosto de 2012, fallo que quedó en firme ahora por Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Los dos oficiales fueron condenados por los delitos de desaparición forzada, homicidio agravado y peculado por apropiación. Castro Pinto deberá pagar 54 años y 9 meses de prisión y Villani Realpe 55 años y 4 meses. Ambos deben pagar una multa, cada uno, de 2 mil 217 millones de pesos.
Al confirmar la condena, la Corte Suprema de Justicia no encontró elementos que permitieran develar errores en los fallos impartidos en contra de los militares o bien, que desvirtuara su responsabilidad en estos hechos.
La Corte en cambio ratificó que el Batallón pagó a un reclutador para que consiguiera mediante engaño que dos civiles se trasladaran a una ciudad que no conocían. Allí, fueron entregados a los militares que pusieron en marcha la operación Marfil, supuestamente ordenada por el coronel Castro Pinto, “para conjurar el secuestro de una persona en la vereda El Brasil, los obligaron a colocarse sobre sus prendas civiles uniformes camuflados, les dispararon causándoles la muerte y los reportaron como NN dados de baja en combate”.
“Lo que sucedió aquí, conforme a las pruebas debida y legalmente recaudadas, fue que un coronel, un teniente, un sargento y cuatro soldados se pusieron de acuerdo para montar una puesta en escena que iba desde el supuesto reporte de una información, pasando por la pretermisión de su verificación, el reclutamiento de dos víctimas, la conformación de una operación táctica, la ejecución de aquellas, la información equivocada sobre su muerte y su reporte como NN, hasta el supuesto pago de quien suministró la información”, dice la providencia.
La Sala Penal, además, compulsó copias a la Fiscalía con el fin de que se investigue a otros coautores o partícipes aún no identificados ni sancionados en estos hechos.