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Dany se salió de los trapos

Comenzó una nueva etapa para el hombre que siempre estuvo detrás de Suso, “el paspi”.

Comenzó una nueva etapa para el hombre que siempre estuvo detrás de Suso, “el paspi”

  • Dany se salió de los trapos
31 de marzo de 2015
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La cara de Dany Alejandro no nos decía mucho sin maquillaje, sin esa cejas pronunciadas que se unen en la mitad. Siempre hemos reconocido a “Suso, el paspi” en cualquier parte, pero no al hombre que ha encarnado al personaje durante más de una década.

Ahora, con el programa de televisión Tu cara me suena, conocimos a Dany Hoyos como presentador, donde deja fluir parte de su personalidad, sin máscaras. Ahora la gente empieza a reconocerlo y lo saluda en la calle.

En su cuenta de Twitter, Dany revela un poco más de él; alegre y crítico a la vez. Se ríe de la vida, pero le duele lo que pasa en Colombia y en especial en Medellín. Es, en resumidas cuentas, una persona muy sensible.

En la red de los 140 caracteres conversamos con este hombre de 32 años que ama la literatura, la salsa y el fútbol.

¿Le ha sido difícil separarse del personaje de Suso para emprender otros proyectos?

“Pues requiere una toma de conciencia mayor del personaje y sus ademanes. A veces me hace falta Suso, pero lo veo como otra forma de probarme a mí y generar nuevas formas de representar lo que quiero”.

¿Qué ha sido lo más difícil de incursionar como presentador de Tu cara me suena?

“La verdad, salir de Medellín. Me hace mucha falta. Acá son muy queridos conmigo, pero ‘Medallo’ es ‘Medallo’ ”.

Antes de salir en televisión en Medellín, ¿pensaba que algún día iba a ser reconocido?

“Va a sonar raro, pero sí. Fue un sueño que tuve siempre. Lo que no me esperaba era el cariño tan grande de la gente. Eso lo agradezco mucho. Lo importante no es que me reconozcan como Dany, sino por mi trabajo. Que el trabajo hable por mí”.

Según averiguaciones, usted también ha sido árbitro de fútbol y trabajó en una funeraria.

“Sí, entre muchas cosas, fui árbitro de la Liga Antioqueña y trabajé en la Funeraria Medellín. Allá me vestía de corbata”.

¿Y qué hacía en la funeraria? ¿dejaba fluir su humor en un lugar tan lúgubre?

“No, ojalá. Me tocaba ser serio, cosa que para mí es durísimo. LLevaba a los muertos hasta la iglesia y de ahí teníamos que enterrarlos. Era un ambiente pesado, pero el humor hacía más fácil todo. Ahí aprendí a hacer humor negro y quedé matado”.

Dany, durante esta conversación han llegado varios piropos de mujeres para usted, ¿siempre ha sido así?

“No. He sido muy tímido con las mujeres. En el colegio no tuve novia. La primera que tuve fue a los 19. Me sentía que era feo porque era pecoso, después tuve acné y fue peor. Ya con el tiempo he ido mejorando, soy como los vinos... un Merlot, jajaja”.

Hay dos temas de los que habla mucho: salsa y literatura. ¿De dónde vienen esos gustos?

“La salsa, desde chiquito. Mi papá ponía “La vida es bonita” cuando escuchaba entre amigos un programa del “paisita” Múnera y ahí me gustó Héctor Lavoe. La literatura fue en la adolescencia, era más bien solitario y los libros me empezaron a acompañar. Ese amor me va a durar toda la vida: salsa, literatura y fútbol”.

Ah, fútbol también, hincha del Medellín. ¿Cuál es el jugador que más admira?

“Pero por supuesto “Medallo”. Admirar, a muchos, pero el más grande de Colombia es René Higuita. Y James Rodríguez. El mejor delantero es “el Tino” Asprilla. El mejor medio, Leonel. Y de afuera me gustaban Verón y Riquelme. Y el más grande, Maradona”.

¿Y cuál es el mejor libro que ha leído o el personaje de la literatura al que le tiene más cariño?

“Me llamo Rojo, de Pamuk, El Tambor de Hojalata (amé a Oscar Matzerath), todo lo de Kafka, Wilde, Rulfo y su Llano en Llamas, y de Colombia “Gabo”, Fernando Vallejo y Abad Faciolince. En fin, hay muchos”.

¿Qué viene después de Tu cara me suena? ¿Sigue en Bogotá o se devuelve a Medellín?

“Trataré de vivir en Medellín pero vienen buenas cosas para mi carrera. El programa me abrió muchas puertas”.

¿La gente ya lo reconoce en la calle y lo saluda?

“Sí, mucha gente lo mira a uno y se ríe; una de dos: o se están burlando o les gusta el trabajo. Creo que es la primera jeje”.

Para terminar, ¿se ríe más de lo que alega o al contrario?

“Jajaja me río más, claro. Pero alegar me produce un placer raro. Mis amigos dicen que parezco un viejito y la verdad, sí”.

Bueno, ojalá esta conversación le haya sacado más sonrisas que alegatos. Gracias por este rato en el Perfl Tuitero.

“Gracias a ustedes, cada vez alego menos... Aunque ah, me desesperan muchas cosas... ¡ah! Qué pereza, ah.. en fin. Gracias” .

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