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Antes de que existieran los centros comerciales, el corazón de la ciudad era el lugar para el encuentro. En el centro, pero en especial en la calle que hoy conocemos como Junín, había una gran oferta comercial que incluía reconocidos almacenes con productos importados, el exclusivo Club Unión, el Salón de Té Astor ,el restaurante Versalles y el Teatro Junín -demolido para dar paso a la construcción del edificio Coltejer- .
Ya fuera sólo de paso o para citas deliberadamente establecidas, esta calle fue concurrida por las élites, artistas e intelectuales de la época, lo que la convirtió en un símbolo cultural de la ciudad.
Y aunque después de 90 años esa gran carrera se convirtió en un estrecho pasaje comercial, es cierto que aún tiene trazos del pasado en sus rincones: girasoles ambulantes, música popular, librerías, moritos, empanadas argentinas y más.
Hoy en la #TwitterCrónica el plan es juniniar y vitriniar para revivir esta vieja tradición. Acompáñanos en este nostálgico recorrido desde las 10 a. m.