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Antes no imaginábamos tener un televisor en cada cuarto y ahora no podemos salir de nuestra casa sin sentir que estamos conectados. Así de drásticos han sido los cambios en nuestros hábitos de consumo en las últimas décadas.
Con la aparición de las primeras redes sociales exitosas y la web 2.0, no sólo empezamos a comunicarnos de diferentes formas, sino que también consumimos distinto. “En este momento los hábitos, las ocasiones de consumo y los puntos de contacto de las marcas con los consumidores son mucho más amplios. Y lo más importante: el poder lo tiene el consumidor y no el medio”, afirma Mauricio Hurtado O., director nacional digital de la agencia de publicidad Havas Worldwide.
Es tan estrecho el vínculo que puede crear una marca con sus consumidores en redes sociales, que una estrategia puede llegar a ser mejorada o incluso creada allí. “Ahora, además, hay una mayor responsabilidad en todo lo que se dice porque aunque una campaña no sea exclusivamente de redes, las personas a través de éstas también pueden destruirla”, dice Emerson Yepes, creativo copy de la agencia DDB.
Pero a pesar de que estas comunidades son un gran apoyo creativo, la fórmula del éxito es aún incierta. “Creo que lo más importante es aprovechar una oportunidad en tiempo real”, opina Mauricio Hurtado.
Casos como el de las galletas Oreo, que en medio de un ”inesperado” apagón en el Super Bowl publicó en sus cuentas el mensaje: “También puedes remojarla en la oscuridad”, y ganó más de 10 mil retuits en una hora, o el más viral defecto del iPhone 6 -que se doblaba- y fue usado como pretexto por distintas marcas para hacer memes graciosos y sacar provecho de la situación, dan cuenta de esto.
Y aunque las cifras son buenos termómetros de éxito, en las redes sociales no son lo más importante. “Ninguna campaña genera conversación sólo para ganar Likes o Retuits. La idea es tener una comunicación de valor con los consumidores. Esto le da a la marca un valor alto en términos de reputación y cercanía que a futuro se convertirá en ventas”, agrega Hurtado.
Desde campañas que nacen de manera espontánea y que no requieren inversiones económicas, hasta chispazos creativos expresados en todo tipo de lenguajes y tecnologías, las redes permiten crear contenidos y movilizar ideas que pueden favorecer a una marca de cualquier nivel.
Son un campo fértil y accesible pero que requiere grandes esfuerzos, porque ahora la discusión no es si una empresa debe estar o no en redes sociales, sino cómo hacer presencia de la mejor manera.
Destacamos algunas campañas exitosas en Facebook, Twitter y Youtube:
Video en el que se le pedía a algunos niños que golpearan a una niña como experimento para reflexionar sobre la violencia contra la mujer. Ninguno de los niños aceptó dar el golpe.
Un proyecto en el que invidentes del mundo imprimieron fotografías de sus vidas en 3D para “verse”a sí mismos y recordar. En 2015 serán populares las estrategias publicitarias de este tipo.
Después de la aparición de parejas gay en uno de sus comerciales, esta compañía recibió cientos de mensajes negativos que luego fueron convertidos en una hermosa instalación artística.
Una de las más creativas campañas en Twitter. La idea era seguir perfiles que funcionaban como fichas de rompecabezas y así armar un paisaje al que se puede llegar fácilmente en un Jeep.
Una campaña de Bancolombia en amor y amistad. Con una etiqueta sus seguidores en Twitter y Facebook enviaron piropos y mensajes de amor que fueron ilustrados en tiempo real.
Una estrategia para crear conciencia sobre la detección temprana de esta enfermedad. En Twitter varios tipos de cáncer seguían a usuarios al azar. El propósito era detectarlos a tiempo.