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Youtubers que hacen locuras por likes

El afán de obtener pulgares arriba

y miles de suscriptores lleva a extremos a estos nuevos personajes.

  • Logan Paul tiene solo 22 años y ahora, además de estrella de redes sociales, es también actor. Comenzó a subir videos en Vine, y en YouTube está desde septiembre de 2016. FOTO @loganpual
    Logan Paul tiene solo 22 años y ahora, además de estrella de redes sociales, es también actor. Comenzó a subir videos en Vine, y en YouTube está desde septiembre de 2016. FOTO @loganpual
19 de enero de 2018
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Wu Yongning, un youtuber chino de 26 años, se grababa mientras escalaba hasta la parte más alta del edificio Huayuan International Centre, de 62 pisos. Buscaba likes. Sus brazos no resistieron, se cayó, y todo quedó registrado en cámara.

Algunos han recurrido a esa clase de locuras buscando ser celebridades. Otros han preferido los retos, desde los más tontos, que podrían ser graciosos para algunos, hasta los más peligrosos.

Llenarse la boca de masmelos es uno de los primeros, sin tragarse ninguno, de a uno, hasta que no quepan más. Gana el que consiga tener más de estos dulces en la boca. Atragantarse de golosinas podría ser divertido, y menos perjudicial, comparado con el reto viral de estos días: tomar cápsulas de detergente, o el del condón, que consiste en meterse un preservativo por la nariz, aspirarlo hasta que llegue a la garganta y sacarlo por la boca.

Aunque no lo crea, muchos se han grabado haciéndolo. Subir un video cometiendo estas “hazañas”, que pueden incluso ser letales, significa para ellos un aumento en las interacciones con sus públicos, reconocimiento.

Esas son solo algunas de las estrategias para conseguir seguidores. Logan Paul, un reconocido youtuber estadounidense, fue más allá, y sus acciones, además de criticadas, han tenido repercusiones que lo hicieron arrepentirse.

“Todos merecemos una segunda oportunidad”. Ese ha sido el más reciente comentario de Paul después de que fue censurado por YouTube, como consecuencia de subir un video a su canal de la plataforma en el que se veía el cuerpo de un cadáver en un bosque en Japón.

El clip alcanzó a ser reproducido cerca de 6 millones de veces en menos de un día. Entre sus disculpas Logan dijo que se equivocó, que cometió un error. Sin embargo, las excusas surgieron después de la reprobación que generó el contenido. Sin esta, el video hubiera continuado en la red, y seguramente YouTube no lo habría dado de baja.

Al youtuber le faltó autorregularse, eso asegura el director de la maestría en educación de la Universidad de la Sabana y doctor en antropología, Felipe Cárdenas Támara. Para el docente cualquier creador de contenidos para internet debería aplicar esto. Pero, ¿cómo sabe un youtuber ansioso de seguidores o suscriptores y likes cuál es su límite?

En esas decisiones son fundamentales la ética, los valores y la moral de cada persona. Cada vez que un youtuber, por ejemplo, publica un video, tiene claro qué quiere conseguir, señala el profesor, más suscriptores, mantener los que tiene o dinero, pero, a costa de qué. “Eso no lo tiene claro un joven, y menos si empieza a acariciar la fama gracias a sus acciones escandalosas y a generar una influencia muy sutil en la opinión pública o un impacto en su audiencia, a volverse famosos”, señala Cárdenas, que también es el director del grupo sociopolítica, ambiente y cultura de La Sabana.

¿Ética para youtubers?

Eugenia Cooney es youtuber, habla de maquillaje, videojuegos y moda en su canal. Su nombre es popular en la página de peticiones Change.org, basta googlearla para conocer algunas de estas, por ejemplo, en la que la gente pide que la dejen tranquila, u otra, que fue popular en 2016, solicitándole a YouTube que cerrara su canal.

Eugenia sufre de anorexia, pesa menos de 27 kilos y observar alguno de sus clips impresiona. En change.org aseguran que sus videos eran vistos por niños y jóvenes entre 12 y 21 años, y eran un “muy mal ejemplo” para ellos, casi un millón y medio, ya que en sus edades son susceptibles a sufrir trastornos alimenticios.

La youtuber respondió: “Lo siento si alguien está enfadado, pero no estoy tratando de hacer nada mal. Nunca he intentado influenciar a nadie y no animo a la gente para que se parezca a mí”.

Para Cárdenas, contenidos como este alimentan la sociedad del perfomance. Según él, en el que se escandaliza por medio del lenguaje y otras formas de expresión y no hay necesidad de que exista un contenido profundo, porque ese es el que a nadie le interesa, el que no tendría pulgares hacia arriba.

Lo peligroso para él es que jóvenes como los que ven a Eugenia, sueñan tener millones de seguidores como ella, y muchos están dispuestos a “mimetizar” a sus ídolos en la plataforma para lograrlo.

“Es un problema de la civilización actual, vivimos en la sociedad del espectáculo y de la banalización de la cultura y del mal, como decía Hannah Arendt, una sociedad en la que lo malo ser percibe como bueno y lo bueno como malo, una inversión de valores que no nos permite establecer límites”, explica el profesor de La Sabana.

Hay quienes juzgan si las actuaciones de estos youtubers, en su afán de reconocimiento, han sido éticas o no. Para el filósofo colombiano y experto en ética Bernardo Toro, por ética se entiende “cualquier actuación que contribuye a la vida digna de la gente y al cuidado de los bienes ecosistémicos del planeta”.

Según él, esta no se refiere a ningún comportamiento en específico, “no importa lo que usted haga si contribuye a hacer posible los derechos humanos para la gente, que es la definición de dignidad”.

Así es que si estos youtubers han sobrepasado los límites de la ética es algo que cada persona puede concluir. Lo que el filósofo aclara es que la gente tiende a confundir la ética con la moral, y son distintas.

El profesor cree que quienes ya no son jóvenes deben tener claros los imaginarios y representaciones culturales de los que aún lo son, todo ello para conocerlos y generar conciencia por medio de un diálogo formativo que les permita establecer límites.

YouTube fue severo con Logan, no cerró su canal, pero lo apartó a él de cualquier proyecto futuro, por ahora, y lo retiró de Google Preferred, la herramienta que le permite a potenciales patrocinadores tener acceso a los cinco de creadores de contenido de YouTube más exitosos para poner publicidad en sus videos.

Sin embargo, la plataforma ha sido criticada por no curar con cuidado el contenido que en este caso subió el youtuber. Por esa razón, recientemente, anunció que mejorará el algoritmo que reconoce las escenas que se suben en los contenidos y de esa manera poder impedir su exhibición cuando sea necesario.

Logan seguramente volverá al ruedo, publicará algo nuevo, solo él sabe de qué. Lo que muchos se preguntan es si habrá conocido cuál es el límite al que hay que llegar por conseguir unos cuántos de miles de seguidores más.

16
millones de seguidores en Instagram tiene el creador de contenido amonestado por Youtube, Logan Paul.

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