viernes
7 y 9
7 y 9
Reducir la pobreza a un dígito, el reto de Evo en su tercer período
Evo Morales se enfrentará a un contexto político y económico bastante adverso.
-
Evo Morales, quien llegó a la presidencia por primera vez en 2005, será el presidente boliviano que más tiempo ha durado en el poder. FOTO ap
23 de enero de 2015
bookmark
Con el compromiso de reducir la pobreza a un dígito hasta el 2020 y la promesa de trabajar por el bienestar de todos los bolivianos, el presidente Evo Morales asumió ayer su tercer período constitucional al frente de Bolivia, siguiendo con la tendencia reeleccionista muy de moda en el continente durante los últimos años.
“Hasta el 2020 nos comprometemos a reducir la extrema pobreza al dígito uno, a un ocho o nueve por ciento, vamos a cumplir porque hemos aprendido en los nueve años de presidente y vicepresidente en el proceso de cambio, no es mucho problema”, indicó Morales, durante el acto de posesión ante la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.
Sin embargo, para lograr su cometido, el primer mandatario de los bolivianos deberá sortear la crisis económica que se avecina debido a la caída del precio del petróleo, pues el crudo ocupa un renglón importante en la economía de ese país y sirve para financiar importantes proyectos gubernamentales.
Otro de los temas a los que se refirió el presidente Evo en su discurso de posesión fue el de las relaciones con Estados Unidos que han estado congeladas desde 2008, luego de que el embajador estadounidense fuera expulsado por una supuesta confabulación para atentar contra el Gobierno boliviano.
Al respecto y tras agradecer a Washington por haber enviado una delegación de primer nivel a su posesión, Morales afirmó que “Bolivia cambió con estabilidad económica y política, pero falta consolidar esos cambios y avanzar más. Hemos dejado de ser mendigos, ahora tenemos un país digno al que la comunidad internacional respeta”.
Minimizó la crisis
A pesar de que Morales le restó importancia a la caída de los precios de los principales productos de exportación de su país -minerales e hidrocarburos- en los mercados internacionales, es un hecho que afrontará un contexto político y económico bastante distinto al que le permitió darle crecimiento y estabilidad económica a Bolivia y que le posibilitó aumentar su popularidad.
Precisamente, por eso se cree que dentro de la agenda legislativa del Gobierno se contempla un posible apretón fiscal que se traduciría en más impuestos y tributos para los ciudadanos.
“El pueblo boliviano confía en su Gobierno y paga sus impuestos, a eso se debe este crecimiento económico en recaudación tributaria. Es importante pagar nuestros impuestos para que siga mejorando la economía estatal”, indicó Morales.
Y como si el fin de la bonanza económica no fuera suficiente, Morales deberá tener presente que Venezuela, que ha sido su aliado político por excelencia en Latinoamérica, está en vilo y que Cuba está acercándose cada vez más a Estados Unidos, por lo que el escenario de la política exterior boliviana no parece prometedor.
“Evo no tendrá el margen de autonomía económica de la década pasada y estará obligado a buscar recursos financieros y mercados. Su política exterior deberá basarse más en la defensa de intereses económicos y políticos antes que en preconceptos ideológicos”, opinó el excanciller boliviano Gustavo Fernández.
Te puede interesar
El empleo que busca está a un clic
