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Crean cucaracha robot para buscar vida bajo escombros

  • Tiene caparazón como su prima hermana, seis patas que se mueven a una endiablada velocidad y está equipada también con un sensor sensible a la luz.
    Tiene caparazón como su prima hermana, seis patas que se mueven a una endiablada velocidad y está equipada también con un sensor sensible a la luz.
26 de septiembre de 2015
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Una cucaracha robot, la cual se mueve igual que el insecto más odiado del mundo y destinada a hallar vida humana entre los escombros tras un terremoto, es el último grito en biotecnología, ideado por un grupo de científicos rusos.

La cucaracha robot no ha sido ideada con fines militares”, aseguró a Maxim Pátrushev, director del Instituto de Química Biológica de la Universidad Immanuel Kant de Kaliningrado, jefe del proyecto.

Lo más difícil era lograr que el robot electrónico fuera lo más cercano, en apariencia, tamaño y comportamiento, a su prototipo animal, algo que otros habían intentado sin éxito y que los rusos han logrado. “Se mueve como un insecto, casi igual de rápido, y es capaz de darse la vuelta. En cuanto al aspecto, hemos logrado que, a cinco metros de distancia, una persona no distinga el insecto del robot”, asegura. Para ello, dedicaron dos meses a estudiar la cucaracha más grande del mundo, que vive en Madagascar –la tierra de los lemures– y es conocida como ‘cabeza muerta’.

“En Europa, las cucarachas son pequeñas, por lo que buscamos otra más grande. La de Madagascar es la más grande del mundo y llega a medir hasta 10 centímetros”, explicó el científico ruso.

La cucaracha electrónica mide menos de diez centímetros, tiene capacidad para transportar cargas de hasta 10 gramos y, al igual que un smartphone, está equipada con giroscopio, magnetómetro y acelerómetro. El resultado de siete meses de trabajo es un robot que funciona con un acumulador que le otorga una autonomía de movimientos de 20 minutos, pero en un futuro podrá desplazarse ininterrumpidamente sin necesidad de recargarse hasta durante tres horas.

Tiene caparazón como su prima hermana, seis patas que se mueven a una endiablada velocidad y está equipada también con un sensor sensible a la luz.

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