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Los gatos actuales son un 16 % más grandes

  • No están claras las razones de por qué el gato es más grande hoy que antes. Foto Gaspar Alves/Crearive Commons
    No están claras las razones de por qué el gato es más grande hoy que antes. Foto Gaspar Alves/Crearive Commons
17 de diciembre de 2018
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Los gatos modernos son hoy un 16 % más grandes que sus ancestros de la época de los vikingos.

Sí, eso sugiere un estudio en el Journal of Archaeology, aunque las razones no están muy claras.

Y es algo extraño: la mayoría de los animales tienden a encogerse cuando son domesticados. De hecho, el perro es 25 % menor que su pariente cercano el lobo gris.

El hallazgo fue hecho Julie Bitz-Thorsen de Arctic University of Norway y Anne Birgitte Gotfredsen de University of Copenhagen, que estudiaron los restos de gatos de la época de aquellos eximios navegadores que los tenían para controlar plagas, pero también para extraerles su piel y donarla para vestidos, algo que hoy en día sería impensable.

Al comparar esos gatos con los actuales, se encontró que estos son más grandes.

Una posible explicación es la mayor disponibilidad de alimentos, sea en la forma de desperdicios humanos o mediante alimentación dirigida, así como en el cambio de cultura al haber dejado de tratarlos como proveedores de abrigo y cazadores de roedores.

Hoy en día se alimentan dentro de las casas, donde son cuidados.

Para el análisis, Bitz-Thorsen, extrajo cráneos, fémures y otros huesos de de docenas de bolsas llenas con restos de perros, caballos, vacas y gatos hallados en distintos sitios arqueológicos en Dinamarca.

Los restos datan de la Edad de Bronce a los años 1600, muchos de ellos de la era vikinga encontrados en tumbas masivas llenas con los gatos muertos para retirarles la piel.

No se conoce con exactitud el tiempo de domesticación del gato. Un estudio del año pasado en Nature Ecology & Evolution sugirió que los primeros felinos se dispersaron del suroeste de Asia a Europa y el Medio Oriente hace unos 4.400 años antes de nuestra era. Fue un linaje con base en el Creciente Fértil, conocido como el origen de la agricultura, incluyendo un gato enterrado con humanos en Chipre hace 9.500 años.

La segunda oleada fue el linaje egipcio que se diseminó por África y Eurasia hacia el año 1700 antes de nuestra era, que no se aceleró hasta los siglos 5 a 13. Los gatos de los vikingos pertenecían a este linaje: restos encontrados en el puerto comercial vikingo del mar Báltico sugiere que eran empleados para el control de pestes en los barcos de la Edad Media.

Abigail Tucker, autora de The Lion in the Living Room, explica que estos felinos no están bien ‘equipados’ para la domesticación. Además de demandar una dieta exquisita, son solitarias criaturas sin jerarquías por tanto difíciles de controlar. Pero tienen una ventaja sobre otros animales: sus rasgos faciales recuerdan los bebés humanos, haciéndolos de una presencia encantadora en vez de un fastidio.

Independiente de si eso es real o no, Bitz-Thorsen explica que desde las edades medias los gatos se convirtieron en los tesoros caseros bien alimentados, situación que persiste.

La domesticación les permitió reducir el nivel de energía gastado en buscar alimento, aunque para Claudio Ottoni, de la Universidad de Oslo, experto en domesticación de los gatos no está claro si el cambio de dieta incidió en el mayor tamaño actual o habrá que buscar en el ADN antiguo en busca de señales químicas de una dieta cambiante.

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