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El síndrome metabólico implica un serio desajuste para las mujeres postmenopáusicas, de más de 50 años e investigadores brasileños encontraron una fuerte asociación entre la deficiencia de vitamina D y esa condición que afecta en muchos países a cerca del 50 % de la población de esa edad.
Los científicos de la Universidad del Estado de Sao Paulo detectó el síndrome en 57,8 % de las mujeres analizadas con insuficiencia de esa vitamina (20-29 nanogramos por milímetro de sangre), o deficiencia (menos de 20 ng/ml) y solo 39,8 % de las participantes con suficiente vitamina (30 ng/ml o más).
Los resultados fueron publicados en el journal Maturitas.
El estudio incluyó 463 mujeres entre 45 y 75 años, que tuvieron seguimiento durante dos años. Ninguna tenía condiciones médicas preexistentes.
“Medimos los niveles de vitamina D en la sangre de las participantes y también analizamos los parámetros relacionados con el síndrome (circunferencia de cintura, presión arterial, azúcar, niveles de triglicéridos y colesterol). Encontramos que a menor nivel de vitamina, mayor presencia del síndrome. Los resultados sugieren que con suplementos y manteniendo niveles adecuados de vitamina en las mujeres postmenopáusicas se puede reducir el riesgo de enfermedad”, dijo Eliana Aguiar Petri Nabas, profesora y una de las autoras del estudio.
El síndrome se diagnosticó si 3 o más de esos criterios se cumplían.
Estudios previos han descrito la existencia de varios mecanismos que pueden explicar el efecto de la vitamina D en los componentes del síndrome. Según el artículo, la explicación más plausible es que la vitamina influye en la secreción de insulina y en su sensibilidad.
Para los investigadores, de todos modos, se requieren más estudios para confirmar el vínculo. “El objetivo del estudio era evaluar la asociación entre la deficiencia de vitamina D y los factores de riesgo para el síndrome metabólico en mujeres postmenopáusicas”, escribieron los autores en el artículo.
Esa deficiencia ha sido asociada a otras condiciones en las mujeres, como osteoporosis y el consiguiente riesgo de fracturas.
La vitamina D se encuentra en pocos alimentos, como algunos peces (atún y salmón). En menor cantidad en hígado de res, queso y yema de los huevos. Hay más en el aceite de bacalao.
La exposición al Sol también la provee.