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¿Es posible morir de calor?

  • ILUSTRACIÓN EL COLOMBIANO
    ILUSTRACIÓN EL COLOMBIANO
  • FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
    FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
10 de febrero de 2017
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Las altas temperaturas registradas esta semana en varias ciudades colombianas -Bogotá, por ejemplo, alcanzó su temperatura máxima en 60 años con 25,1 grados centígrados- tienen a más de uno exclamando “¡me estoy muriendo del calor!”.

Y aunque entendemos el sentido figurado de la expresión, realmente sí es posible morir por el aumento exagerado de la temperatura, y no es un fenómeno tan aislado como parece. La medicina interna lo llama hipertermia o golpe de calor y cada año es culpable de la muerte de miles de personas en todo el mundo.

Lea aquí: En 10 ciudades del país no se aguantan el calor, ¿por qué?

Según las cifras de la Organización Internacional de la Salud (OMS), la ola de calor de 2003 en Europa, que llegó a registrar temperaturas de más de 45 grados centígrados en algunas ciudades de España, Portugal e Italia, dejó alrededor de 70.000 muertos.

Sólo en Francia, 11.435 personas murieron durante ese verano, de acuerdo con las cifras que dio entonces el ministro de Sanidad, Jean-Francois Mattei. La ola de calor fue calificada como “una catástrofe sin precedentes en materia civil”.

En la India, más de 20.000 personas han muerto desde 1990 por causas relacionadas con el calor, pero la temporada seca de 2015 fue especialmente brutal. Hasta el 31 de mayo murieron por lo menos 2.100 indios, casi todos en el estado de Andhra Pradesh, y eso que aún les faltaban dos meses de altas temperaturas.

Y para no ir tan lejos, el verano del año pasado dejó 29 personas muertas en nueve estados mexicanos, que registraron temperaturas superiores a los 40 grados Celsius.

FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
FOTO JULIO CÉSAR HERRERA

¿En qué consiste el golpe de calor?

El Servicio de Medicina Interna del Hospital de Montecelo (Pontevedra, España) define el golpe de calor como una emergencia médica que se caracteriza “por un incremento de la temperatura corporal central por encima de 40ºC y alteraciones del sistema nervioso central donde predomina la encefalopatía (enfermedad que afecta al cerebro) y es típico el coma”.

Según los investigadores españoles, existen dos formas habituales en que se presenta el golpe de calor: primero, cuando una persona joven hace ejercicio en un ambiente con temperaturas extremadamente altas, y segundo, en los individuos de edad avanzada o con enfermedades debilitantes durante intensas olas de calor.

“Puede clasificarse dentro de los síndromes inducidos por el calor ambiental y su presentación es consecuencia del fracaso del sistema termorregulador”, lo que quiere decir que se relaciona con la incapacidad de un cuerpo para adaptarse a una temperatura muchísimo más alta a la que está acostumbrado, según explican los médicos.

Los síntomas pueden incluir alteraciones sutiles del comportamiento, delirio, broncoaspiración, vómito, dolor de cabeza y hasta convulsiones, además de una temperatura corporal por encima de los 40 grados centígrados.

La mortalidad de la hipertermia o golpe de calor es bastante alta: el 70 % de los afectados por este síndrome fallecen y muchos ni siquiera alcanzan a ser diagnosticados.

Sin embargo, esto sucede cuando la temperatura ambiente es muy, muy, muy alta (en la última ola de calor de India los termómetros registraron entre 45 y 48 grados centígrados), y los cuerpos no están dispuestos genéticamente para adaptarse a semejante calor.

Esta semana, en la que todos creían derretirse bajo el sol de mediodía, la temperatura más alta registrada en una ciudad capital fue la de Neiva: 36,3 grados centígrados que tenían a los huilenses persiguiendo la trayectoria del ventilador.

En Colombia, la temperatura histórica más alta se registró en el municipio de Puerto Salgar (Cundinamarca) el 29 de diciembre de 2015: los termómetros del Ideam llegaron a los 45 grados Celsius.

Aún así, el calor de Puerto Salgar parece un juego de niños al lado del Valle de la Muerte en California, que en el verano de 1913 registró una temperatura de 56,7°C, o en comparación con San Luis Colorado en México, que en julio de 1966 llegó a los 58,5°C.

En cambio, el día más caliente de Medellín ocurrió en el año 1993, cuando los termómetros de una estación meteorológica ubicada en el barrio San Javier, al occidente de la ciudad, llegaron a los 33,2 grados centígrados.

Y esta semana, la temperatura en la capital antioqueña estuvo bastante cerca del máximo histórico (32,4°C), pero no lo suficientemente alta como para que los medellinenses corran el riesgo de morir de calor.

Por ahora -y por fortuna- eso de “muero del calor” seguirá siendo una expresión en sentido figurado.

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